jueves, 4 de diciembre de 2014

HIERBA DEL SAPO:
Etnobotánica y antropología.
A esta planta que se le conoce como yerba del sapo, entre otros nombres, se le utiliza con frecuencia contra el mal de orín, ingiriendo la infusión hecha con toda la planta, (Michoacán), o cocida con hojas de manzanita (Arctostaphylos pungens); se toma como agua de uso (Aguascalientes) o mezclada con gobernadora (Larrea tridentata), se le agrega jugo de limón, y se bebe todos los días, cuando hay problemas en riñones y afecciones del hígado, (Hidalgo).
Con frecuencia se usa contra la tos, para lo cual, se recomienda preparar un té que se toma tres veces al día. Se puede beber el cocimiento de toda la planta junto con la hierba del zorrillo (Chenopodium graveolens).
Asimismo, se aconseja emplear este cocimiento contra la bilis, la diarrea, el dolor de estómago, las fiebres, los golpes, los padecimientos pulmonares y de vejiga, la tos ferina y la colelitiasis (cálculos biliares); además se puede aplicar con lienzos sobre las hinchazones producidas por golpes, Cuando éstas son corporales, se usa en vaporizaciones (frotando el agua producto de la cocción sobre la parte hinchada y cubriéndola con un trapo), durante varios días.
Sin embargo, para aliviar los cólicos de las mujeres en la etapa menstrual se prepara un té con la planta, agregando hojas de guapilla (Hechtia glomerata) y manzanita, el cual se toma cuatro veces, una cada tercer día, después de haber empezado la regla, por la noche (V. dolor de regla).
Otros usos que se le dan son: contra el dolor de espalda, la bronquitis, y la bronconeumonía.


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